Qué poquito me ha durado el impacto. No había terminado de encajar el comunicado que ayer tarde difundía ETA, y las reacciones suscitadas en unos y otros ya me estaban poniendo de los nervios. Leche, que no es que al analizarlo se plantease alguno cómo resultaría más conveniente abordarlo cara al 20N; es que nuestra querida clase política y sus aparatos mediáticos han hecho única y exclusivamente la lectura en clave electoral. Y la cordura, el sentido común, la lógica o los verdaderos intereses de este país y sus ciudadanos quedaron una vez más relegados a la inopia.
Así, da la sensación de que lo que más de uno querría sería que ETA volviese a atentar (sin víctimas, pero atentar) en el menor plazo posible, aunque solo sea para demostrar que ayer llevaban razón al conceder al comunicado cero credibilidad. Y sé que es una auténtica barbaridad, pero no supera en insensatez a aquellos que lo quieren dar por bueno a toda costa y que en menos de un minuto hablaban ya de ETA como algo del pasado.
Y comprendo que lo peor que podríamos hacer ahora es recibir este comunicado cegados por el escepticismo; pero bien es verdad que ayer, entre tantas celebraciones, eché en falta algún llamamiento a la prudencia. Que por supuesto que todos los ciudadanos con dos dedos de frente deseamos de todo corazón que el comunicado sea el principio del fin, pero no podemos ignorar que a fin de cuentas por ahora solamente tenemos eso: un comunicado. Ni que un comunicado solo son palabras. Ni mucho menos que en este caso en particular las palabras en cuestión las pronuncia un tipo encapuchado.
Por esto es que no comparto el entusiasmo con el que ayer miles de personas señalaban el carácter histórico de la fecha que estábamos viviendo. Bien podría serlo, pero independientemente de lo mucho que queramos que lo sea (o no), solo el tiempo puede determinarlo, sin que nosotros podamos hacer nada para favorecerlo. Esto no es un conflicto armado en el que ambas partes se sientan y firman la paz; aquí lo que tenemos es un agresor que emite un comunicado. Y claro que debemos ir corriendo a coger la botella de champán, pero por ahora debemos limitarnos a ponerla a enfriar. Si un tipo nos apunta con un arma, es lógico que sintamos alivio si nos dice que no nos va a disparar; pero tampoco es muy sensato dar por resuelto el problema mientras no suelte la pistola. Cuanto más nos precipitemos en celebrar la fecha de ayer, más se parecerá la emisión del comunicado a la firma de una paz que pone fin a una guerra; y si sabemos de algo que de ningún modo debemos hacer, eso es bailar al son que nos dicte la izquierda abertzale.
En las actas incautadas a ETA hace unos meses ya se mencionaba el bochornoso congreso internacional que tuvo lugar este lunes, y se lo señalaba como el arranque de una nueva etapa de negociaciones políticas. Y ya que el gobierno y los medios afines han insistido incansablemente en la poca credibilidad que se le deben dar a unas actas de ETA, y yo soy muy de hacerles caso sumiso; mejor me remito al comunicado de ayer, cuya credibilidad viene (curiosamente esta vez sí) avalada por el gobierno y sus medios afines. En este se dice textualmente: "ETA hace un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo que tenga por objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto y, así, la superación de la confrontación armada". Y como se puede decir más alto pero no más claro; nosotros debemos asumir que lo de ayer no supone el final de la violencia, sino el principio de una negociación que bien podría (ojalá así sea) llevarnos a este final.
Por eso entiendo que es una actitud despreciable y mezquina la de los que no quieren ver la esperanza puesta ante nuestros ojos; pero tampoco he sido nunca amigo de poner el carro delante de los bueyes. Así pues pongo el champán a enfriar, pero acto seguido pregunto: ¿qué pretenden recibir a cambio? ¿realmente se van a limitar a demandas que podamos concederles? Y la verdadera pregunta del millón: ¿Qué pasa si las consecuencias del conflicto no se resuelven de manera que ellos entiendan como satisfactoria? Que me encantaría pensar que se han caído de la burra y que finalmente han comprendido que no pueden ganar; pero me da que hace tantos años y tantos muertos que ya lo saben, que lo mínimo que puedo hacer es preguntar.
Les adjunto el comunicado íntegro:
http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/201110/20/espana/20111020elpepunac_3_Pes_PDF.pdf
http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/201110/20/espana/20111020elpepunac_3_Pes_PDF.pdf
Por cierto, ¿Se han fijado en lo bien que hablan y escriben castellano, los jodíos, cuando se dirigen a la BBC y el NY Times?